Un relato mal hecho

La primera vez que tomé foto análoga fue a los 14 años, cuando encontré en casa de mi abuela una cámara canon automática, esa tarde mi madre me acompaño a comprar un rollo.
Tire unas fotos y una de las cosas que más me gusto, es que me detenía mucho a pensar a que valía la pena tomarle foto, a veces ya estaba a punto de hacerlo cuando me lo volvía a cuestionar. A veces la tomaba, otras veces no.
Cuando terminé mi película, la lleve a la misma tienda donde la compré, ahora para que la "revelaran". Tuve que esperar una hora, llena de nervios por no saber cual sería el resultado, en esa época todavía no tenían escaner en mi pueblo y te las daban impresas.
Análoga es sensaciones, reflexiones y emociones.
 El lunes (hace dos días) "revelé" por primera vez.
Le pedí a Emiliano que encarretara mi película. por que me da miedo arruinarla o lastimarla (cosa que posiblemente pasará eventualmente, error y error para aprender), aún así me metí al cuarto obscuro con un carrete y una película velada. Es interesante como de una u otra manera se siente silencioso el ruido que hace el carrete contra la mesa.
Salir del cuarto obscuro es extraño, de la nada, la vista se vuelve a activar y es atacada por toda la luz de el laboratorio, seguro así se siente la película cuando la cortina se abre.
Melissa y yo ya habíamos dejado reposando los reactivos a baño maria mientras encarretabamos. Emiliano me dio unos guantes y me dijo que era mi turno de procesar la película......
Lavado, revelador, bleach, lavado, fijador, lavado, estabilizador.
Nada fácil debo decir, pero sin duda una de las experiencias más lindas que he tenido.
Y bueno, me gusta romantizar mucho las cosas así que, si análoga me gustaba mucho, me declaro completamente enamorada.





Comentarios

Entradas populares