Ensayo de La Cámara Lucida.
La Cámara Lucida de Barthes, es una obra muy personal, escrita a partir de sus sensaciones,
notablemente influenciada por la muerte de su madre. Es algo así como la
alianza de tiempo, nostalgia y muerte.
Creo que la cámara lucida principalmente me ha dado la
oportunidad de concientizar y reflexionar con ciertas cosas que no había
logrado aterrizar por completo.
Por ejemplo, en su libro, Barthes habla sobre la muerte como
una acción ligada a la fotografía.
“La fotografía es la momificación del referente. El
referente sigue ahí, pero en un tiempo que no le es propio.” (pg.23)
La fotografía repite mecánicamente lo que nunca volverá a
suceder.
Siempre me ha parecido curioso como incluso en los términos
que se utiliza (como shoot), la fotografía se parece tanto a la cacería. Buscas
tu objetivo, apuntas, click (disparas), te pertenece. El objetivo muere para se
inmortalizado, permanece como lo que era pero no como lo que es.
En la fotografía se mezcla de alguna manera, el pasado y el
futuro. Por ejemplo, con respeto a la foto de su madre dice: ella va a morir/
ella ha muerto.
Barthes también
analiza esta pequeña muerte a partir de ser el objetivo de alguien.
Como nos pausamos a nosotros mismos al ser fotografiados, nos
ponemos en el papel de ser una imagen. Posar de alguna manera es
despersonalizarte volviéndote un personaje. Muerte.
Creo que es interesante pensarlo con fotografías más abstractas o
difíciles de entender, aunque el espectador no entienda lo que ve, no deja de
ser lo que en un principio se ve. La intención de la fotografía abstracta es la
revelación de otros mundos o puntos de vista que no estamos acostumbrados a
ver, romper con obviedades.
Es curioso por que últimamente me había sentido muy
inconforme e incomoda con mis fotografías, no había entendido, y justo es que veo
obviedades en ellas. Aquí es donde me llega otro tema de el libro de Barthes,
la fotografía como aventura. La fotografía no se limita a la acción de tomar
una foto, sino, que esta implica movimiento, agilidad, emoción, obsesión. La
fotografía es un cacería constante, la fotografía es buscar en los lugares más
recónditos imagen y concepto. Nada más molesto de ver “foto” y no contar con
una cámara, la obsesión entra y por horas piensas en ella.
Me he dado cuenta que uno de los problemas de la fotografía
actual es la comodidad, un claro ejemplo es el celular, el lo soluciona todo, la
composición queda en tus manos, pero más allá de eso es muy simple. La foto
análoga, da una oportunidad más a cometer errores, errores que perduran,
errores que nos vemos obligados por nuestra propia obsesión a solucionar o
usarlos a nuestro favor, experimentar con composición, a la hora de forzar una
película o hacer una variación en el revelado. Aventura, obsesión.
Barthes cree que existe una especie de vinculo entre la
fotografía, la locura y lo desconocido (¿No estamos enamorados de ciertas
fotos?, se pregunta.)
Creo que seria importante mencionar acerca de los dos elementos que distingue el autor sobre la fotografía: El sodium: que tiene que ver con cultura y el gusto. Y El punctum: pinchazo o corte, pero ciertamente aún no he logrado aterrizarlo bien, entenderlo realmente a mi manera. Así que me limito a mencionarlos y seguir analizándolos.
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